Visitar París siempre es un acierto. Pero aún más si además tienes el aliciente de poder disfrutar de uno de los rincones más históricos y bonitos de la ciudad de la luz.
Travelgenio, una agencia de viajes online española, ha buscado cinco motivos para no perderte nada de esta zona parisina. La agencia, especializada en vuelos, reserva de hoteles y en servicios exclusivos como los seguros de viajes, tiene claro que hay, al menos, cinco motivos, para reservar una mañana larga descubriendo sus secretos.
Te dejamos aquí la selección que han hecho para que te apetezca cada vez más poner rumbo a la capital francesa.
Cinco motivos para visitar Montmartre a fondo
1. Sagrado Corazón: poco hace falta decir porque ya, de por sí, es una razón de peso. Esta basílica decidió construirse, gracias a la decisión de la Asamblea Nacional, en 1873 y pretendía ser un claro homenaje a todos los franceses que habían perecido en la contienda contra Prusia. Aunque el final de la construcción no llegó hasta 1914, lo cierto es que es uno de los lugares históricos más bellos y visitados de París. Cuando entres encontrarás claras referencias al estilo bizantino, en el que se inspiró su construcción.
2. Mirador: desde luego desde esta altura, ya que Montmartre se sitúa en las alturas de la capital, tendrás una de las vistas más increíbles de toda su anatomía urbanística. Ver, desde esa altura, los tejados tan famosos de la ciudad y cómo sobresalen algunos de sus monumentos más emblemáticos es algo inolvidable.
3. Por la noche, junto con algunos de los espectáculos más famosos de la ciudad representados en algunos de sus molinos, es una zona que cobra vida. Si buscas relacionarte con los parisinos y descubrir la noche de la ciudad, es uno de los lugares a los que deberías llegar en algún momento de tu estancia.
4. Los artistas: es sin duda uno de los barrios más bohemios de la capital, algo que permite que artistas sigan saliendo a las plazas a mostrar su obra, venderla e incluso aprovechar para retratar a los turistas. Esta fortaleza, que en otro tiempo fuera natural, se ha convertido hoy en un claro ejemplo del arte callejero de la capital francesa. No dejes de tomar, además, un café o crepe en algunos de los establecimientos más típicos.
5. Fotografía: pasear por sus calles y encontrarse las eternas escaleras que te llevan hasta la cima son otros de los atractivos. Si te gusta hacer fotografías callejeras, esta es tu zona. El carrusel, las vistas, las escaleras, la naturaleza, los monumentos, los edificios, todos son perfectos para retratarlos.
