¿Y si San Valentín 2018 fuese cien por cien digital? Si lo miramos bien, las relaciones sentimentales siempre han tenido mucho de big data: una profusión de señales, demostraciones, gestos, sensaciones… lo que pasa es que ahora muchos de esos “datos” los plasmamos en las plataformas digitales. Y los algoritmos hacen su trabajo.
En un mundo en el que interactuamos diariamente en las redes sociales, las primeras conversaciones que preceden un encuentro suelen suceder en estas plataformas, particularmente en Facebook. Las redes sociales podrían, al parecer, predecir las relaciones y la formación de parejas, ya que a menudo, cuando una persona nos gusta, tendemos a regalar likes a sus fotos, a tener conversaciones, o incluso a ir a ver si esta persona está conectada.
Eulerian Technologies no se dedica a la predicción, pero, como empresa experta en el análisis de datos, hemos tratado de aventurar lo que nuestras interacciones digitales podrían revelar acerca de nuestras intenciones e impulsos amorosos. Estas serían las posibles respuestas a supuestas preguntas sobre lo que podríamos llamar el «Love Data”.
1) ¿Puede el análisis de datos digitales predecir el nacimiento de una pareja y/o de un interés amoroso entre dos personas? ¿Cómo?
Existe la posibilidad de hacer una estimación de las probabilidades analizando el campo semántico utilizado en los mensajes y comentarios intercambiados entre las dos personas. Incluso si el análisis debiera forzosamente limitarse a los datos públicos, que no reflejan siempre suficientes signos para detectar el nacimiento de una pareja o del amor. Porque, siendo sinceros, este «cortejo» suele darse en forma de mensajes privados en lugar de comentarios públicos. Pero todo depende de la voluntad de esconder o no el interés amoroso. En este caso, podemos aplicar una noción de recurrencia, es decir, el número de visitas a un perfil, el tiempo transcurrido sobre las fotos, el interés mostrado por los posts o noticias compartidas, el número de interacciones positivas entre dos personas… Datos que pueden ayudarnos a anticipar un encuentro potencial entre dos personas.
2) El primer beso se encuentra a unos pocos likes
El estudio de nuestro rastro digital nos permite encontrar un vínculo entre los signos mencionados anteriormente, que son precursores, y los otros datos disponibles de acceso más fácil (fecha del inicio de la amistad, número de likes, comentarios, interacciones, conversaciones entre los dos contactos, etc.). Si se encuentra un vínculo, deberíamos ser capaces de predecir (hipotéticamente) la llegada de un primer beso gracias al análisis de estos datos.
Así, podríamos establecer criterios de estudio que nos permitieran seguir la evolución de una relación digital ente dos personas para predecir mejor el nacimiento de un amor en la vida real. Por ejemplo, algunos de los criterios que podríamos establecer (aclarando que se trata de criterios ficticios):
En un mes: 20 likes en diferentes fotos de sus álbumes + 1 like en 1/3 de sus comentarios + 1 comentario en 1/4 de sus posts + contacto continuado desde hace 1 o 2 meses + no son miembros de la misma familia = Primer beso en los tres meses que siguen a la petición de amistad o al inicio de una conversación.
3) ¿Y si el estudio de los datos digitales pudiese permitir establecer con precisión el tiempo antes de oficializar una pareja?
Hace tiempo que nos lanzamos a anunciar a bombo y platillo nuestras nuevas relaciones cambiando nuestro estado en redes sociales, y esos datos tienen mucho valor. Teniendo acceso al historial de comportamiento de una población lo suficientemente representativa, que nos servirá de base de estudio para una audiencia concreta, podemos calcular el tiempo medio en el que una pareja hace de lo suyo algo oficial. No hay que olvidar que cada país tiene sus propias costumbres, por lo que ese estatus oficial de pareja puede variar según el origen de los individuos (país, región, religión, edad, distancia, etc.).
4) ¿Y si fuera posible detectar la diferencia entre una relación romántica y un simple coqueteo?
Si partimos de la base de que podemos acceder a todas las interacciones entre dos individuos, independientemente del medio (Facebook, Tinder, Whatsapp, etc.), probablemente sería posible elaborar un retrato de los dos tipos de relación a través del análisis comparativo del comportamiento de los usuarios de internet.
5) ¿Y la fidelidad?
Existen señales, más o menos importantes, que pueden indicar el potencial de infidelidad o riesgo de infidelidad en una pareja. Un ejemplo son las webs visitadas, como los sitios web de citas, o las interacciones online, como el aumento anormal de conversaciones en redes sociales o las reservas de hoteles durante el día de manera recurrente. ¡Todo lo que hacemos online deja un rastro!
6) ¿Cuándo podrán los algoritmos predecir la duración de una relación?
¿Puede la recopilación y el análisis de datos estimar la duración de una pareja? Potencialmente sí, comparando el comportamiento y el número de interacciones entre dos personas en pareja en el momento del estudio, con los mismos datos procedentes de parejas que se hayan separado. Así, un algoritmo podría analizar fácilmente las similitudes en acciones o comportamientos que anuncian una ruptura. Esto permitiría, en teoría, estimar de manera dinámica la duración de una pareja. También podremos observar la “fatiga digital”. De hecho, el número de mensajes e interacciones de una pareja en redes sociales tiende a disminuir con el tiempo. Por el contrario, el punto álgido suele darse justo antes de iniciar una relación.
Así, podemos concluir que los datos digitales, combinados con estudios sociológicos y algoritmos, pueden llegar a predecir el amor, y hasta saber cuándo alguien se enamorará, incluso antes de que esa persona lo sepa. Realmente, todo depende de las reglas éticas que se impongan plataformas como Facebook, Tinder o cualquier aplicación de mensajería privada. ¿Queremos saberlo realmente todo? ¿Necesitamos un estudio de todo tan solo porque los datos nos lo permiten? ¿No deberíamos respetar la distinción entre datos públicos y privados y, sobre todo, mantener una parte del misterio?
La respuesta es: digital o no, que cada uno viva y exprese el amor a su manera.
Raquel Rodriguez, Content Manager de Eulerian Technologies