Una nueva publicación publicada en Nature Communications instruye el descubrimiento de unos fósiles de caspa de dinosaurio de 125 millones de años. Los descubrimientos no son solo una excusa rápida para hacer una mala broma de Cabeza y Hombros, sino que igualmente exponen un mecanismo por el cual los dinosaurios hicieron algo casi universal, desprenderse de la piel.
Posiblemente nadie especuló mucho en cómo los dinosaurios se despojaron de su piel antes, expresa Benton, catedrático de paleontología de vertebrados en la Academia de Bristol y coautor del nuevo estudio. Los nuevos descubrimientos nos expresan que los dinosaurios eran como pájaros, que se despojan de la piel en pequeños copos.
Los descubrimientos se derivan del razonamiento de las plumas del período Cretácico en China, de tres géneros diferentes de dinosaurios Microraptor, Beipiaosaurus y Sinornithosaurus y el pillo primitivo Confuciusornis. Benton y sus asociados habían estado trabajando con los ejemplares desde 2008, y la determinación de las escamas de la piel es solo su último hito.
Todos los animales cambian, o se deshacen de la piel, las plumas y el cabello viejos, para que consigan crecer más grandes y enfrenten nuevos desafíos ambientales con una nueva capa de tejido exterior. Antes de los nuevos descubrimientos, faltaba comprender cómo marchaba la piel de dinosaurio y cómo las eficaces bestias lograron deshacerse de ella. La hipótesis más prevalente fue que la muda en los dinosaurios ocurrió en pedazos, como sucede en sus parientes modernos más cercanos como las aves y cocodrilos. La técnica de desprendimiento de la piel de la vaina entera usada por las serpientes y ciertas lagartijas habría tenido menos sentido para los dinosaurios, dado que estas especies están más relacionadas.
Pero durante el trabajo del conjunto usando microscopios regulares y electrónicos, los científicos siguieron encontrando extrañas manchas blancas situadas en todo el plumaje. Tras una investigación agregada con el microscopio de haz de iones que reveló la organización interna de las escamas, el mecanismo igualó las motas como corneocitos, células resistentes mezcladas de fibras retorcidas de queratina, que se hallan tanto en aves modernas como en la caspa humana.