Más de un millón de euros desde 2015. Esa es la cifra que avala un modelo de negocio cada vez más valorado por el consumidor.
Gracias a propuestas como la de Naranjas Delicia, cualquier particular, empresa, pequeño supermercado, hostal o incluso restaurantes son capaces de hacer sus pedidos a través de la web, teléfono o mail.
“Cuando en 2008 llegó la crisis del ladrillo, muchos hijos de agricultores tuvimos que volver al campo. Viendo cómo muchas cosechas se echaron a perder, pensamos sacar la producción a la venta directamente nosotros. Pensamos que con un espíritu emprendedor y una visión que actualizara el negocio y lo acercara directamente a las mesas del consumidor a través del comercio online, se podía conseguir el éxito. Con las cifras de ventas que conseguimos para una producción pequeña y familiar de 8 meses al año, creemos haber demostrado que no estábamos equivocados” explican Vicente y Agustín Gomis.
La principal baza está en la calidad de su producción: el sabor
Defienden que el sabor de la naranja recién recolectada y en su punto de maduración no tiene nada que ver con la que ofrecen muchos mayoristas, que maduran la fruta en cámaras frigoríficas y con tratamientos químicos. “Incluso enceran la fruta para que se vea más bonita” explican.
A esto, añaden también el problema de la importación de fruta que, pese a tener producción en los cultivos nacionales, se trae del exterior atendiendo solo al precio y olvidándose del impacto medioambiental y de algunas de las normativas europeas.
El futuro para quien apueste por este tipo de comercio online lo ven prometedor. No solo por la preocupación por la calidad alimentaria de la sociedad sino por las opciones que hoy en día tienen cabida en el ecommerce: acercar el producto del agricultor de proximidad gracias a una logística y red de mensajería urgente que permite la conexión directa con el consumidor final y un control de envíos que garantiza los plazos.
“Los clientes pueden disfrutar naranjas de Valencia recién recolectadas del árbol directamente a su mesa en 24 horas. Nuestros almacenes son los campos y eso hace que cuando la gente recibe las naranjas y las prueba, el grado de satisfacción es notable. Ese es nuestro mejor marketing”.
Solo así han conseguido crear un perfil de cliente fiel que sabe lo que quiere y busca calidad en el producto.
Hoy en día, y en pleno apogeo de los grandes centros comerciales y los grandes marketplaces, estos pequeños negocios de agricultores siguen aguantando el tirón y continúan aumentado las ventas, demostrando que otra forma de entender el consumo y el campo es posible.