– La mayoría de compañías desconoce cómo integrar su negocio en el nuevo universo virtual, según un estudio de ISDI
MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Sólo un 4% de empresas españolas ha desembarcado ya en el metaverso y la mitad de las compañías confiesa que conoce muy poco sobre el universo virtual de moda, según refleja el ‘I Observatorio del Metaverso y Empresas de España’, presentado este lunes por la escuela de negocios ISDI.
El 40% de los responsables empresariales encuestados admite que ignora cómo aplicar el metaverso a su negocio, un 23% dice que le cuesta entender el término y un 14% directamente ni entiende bien el concepto ni sabe aplicarlo a su sector.
El estudio revela que el 72% relaciona el metaverso al ‘branding’ e imagen de marca. También pone de manifiesto que las aplicaciones más destacadas en las que se está usando ya el metaverso son para el trabajo en remoto y para la conexión e interacción con los clientes.
El 23% de las compañías afirma estar en fase de investigación con alguna iniciativa relacionada con el metaverso. En concreto, mencionan que lo están estudiando para la interacción con los clientes y la selección de personal.
SANIDAD Y TURISMO
Sanidad, turismo y educación son los sectores empresariales que más se han acercado ya al metaverso, por sus prestaciones en formación e intervenciones quirúrgicas, la mejora de experiencias para los viajeros y la creación de contenidos formativos inmersivos, respectivamente.
Las compañías son conscientes de la necesidad de un talento específicamente formado y un 28% de las empresas ya tienen el foco en ello. Según los propios encuestados, un 36% de ellos reconoce que todavía necesita más información para sumergirse en este universo.
«Aún existe largo camino por recorrer, detalles técnicos que resolver, aspectos sociovirtuales que establecer y mucho por aprender sobre el metaverso», comentó el director general de ISDI, Rodrigo Miranda. «El éxito y la incursión de España, sus empresas y profesionales en este nuevo universo dependerá de la rapidez con la que puedan aceptar, adaptarse y responder a los cambios radicales que se avecinan; haciendo a un lado el miedo a lo nuevo y entendiendo el potencial progreso económico y global que representa».
