¿Netflix, HBO o alguna tipo Movistar? Cuando ya parece que los españoles optan por abrir las puertas de su televisión a plataformas de pago, vuelve a empezar a ronronear la pregunta de siempre. ¿Cuál es mejor? En realidad, todo depende de las series que quieras ver en un primer momento, pero desde luego hay algo que en marketing vale más que eso: quién da el primer golpe en la mesa.
Y esa fue, en nuestro mercado, Netflix. Llegó, sin grandes aspiraciones, con precios más que ajustados, para ofrecer lo que tenía, un catálogo con series de gran calado en la sociedad internacional, de las que todo el mundo hablaba y que habían ganado premios internacionales. Además, casualidades de la vida, también tiene producción propia, con lo que ofrece algo que, venga quien venga, no podrá ofrecer.
Y se llevó parte importante de la cuota. Segura de sí misma, ofreció un mes de acceso gratuito y a partir de ahí, elegir, a medida, cuántos dispositivos querrías conectar a la vez y la no permanencia.
Sólo con eso convenció a miles de usuarios a los que, con el recuerdo de un maltrecho Canal +, dudaban de si valía o no la pena volver a pagar por ver televisión cuando ahora había más canales que nunca. Sin embargo, más no siempre es mejor, y lo que todo el mundo observa es la decadencia de las cadenas tradicionales. De ahí que la llegada de las plataformas de pago – ojo, a precios que suponen menos que un menú diario al mes – hayan sido como agua de mayo.
Controlas el contenido de los niños (ojo a las cadenas infantiles actuales en abierto), tienes perfiles para todos lo usuarios y están las series y películas para verlas cómo, cuando y durante el tiempo que quieras. La tv a la carta por fin.
HBO llegó después y parece que, pese a ser titular de series como Juego de Tronos, le tocará pelear más la cuota de público porque la anterior hizo bien los deberes y esta parece que llegó igual, copiando oferta…
Y ahora NEtflix vuelve a adelantarse ofreciendo algo que hasta ahora nadie había ofrecido: la descarga de contenido para verlo offline. Desde finales de Noviembre ya se podía descargar contenido a la memoria del teléfono pero, ahora, a través de tarjetas SD, se abre una nueva forma de llevar el contenido sin consumir datos y superando la barrera de la limitación del espacio de almacenamiento a través de las microsd.
Sin duda, vuelve a dar otro golpe de mesa. Así, conseguirá volver a batir a sus adversarios. Así, casi de puntillas, se consigue la fidelización. Siendo el primero, ofreciendo calidad y servicio.