El mundo ha cambiado y, por ende, ha obligado a que todo cambie en mayor o menor medida.
Mientras España miraba de reojo lo que sucedía en otros países del mundo, llegó, allá por marzo de 2020 la primera ola de SARS-CoV-2 a nuestro país. Una primera ola que obligó a dirigentes de todos los países a tomar drásticas medidas para evitar la propagación del letal virus. El coronavirus sesgó durante su primera ola miles de vidas en todo el mundo, privando a la humanidad de la voz de la experiencia y dejando para el recuerdo imágenes dantescas que permanecerán en la retina durante largo tiempo.
Las largas semanas de encierro para lograr reducir los contagios hicieron que a la crisis sanitaria se sumara la económica, las calles se vaciaron dejando una vez más imágenes nunca antes vistas que tenían por banda sonora el silencio.
Con el verano llegó lo que han venido a llamar nueva normalidad y, con ella, comenzaron los rebrotes. Unos rebrotes que sin saber muy bien cómo y cuándo terminaron convirtiéndose en una segunda ola que finalizó sin que apenas nadie se percatase de ello.
Ahora, inmersos ya en una tercera ola que todo el mundo sabía se produciría, entre otras cosas, debido a las laxas medidas aplicadas durante la época navideña. Parece que los astros se hayan aliado para hacer un pequeño favor a nuestro país, pues la borrasca Filomena ha dejado una estampa en la zona centro y nordeste del país que ha obligado a buena parte de la población a permanecer en sus hogares.
Y por si las cosas no se habían complicado lo suficiente, a Filomena le ha seguido una ola de frío que ha logrado que los termómetros marquen temperaturas bajo cero inauditas en muchas zonas de nuestro país y haciendo que la nieve que no ha podido ser retirada todavía se transforme en hielo.
En cualquier caso, la nevada caída en lugares como Madrid ha sido histórica, algo que han querido aprovechar tanto las personas anónimas como los influencers. Las redes sociales se han inundado de fotografías y vídeos en la nieve. Facebook, Instagram, TikToK, todas ellas se han transformado en un enorme lienzo blanco.
No obstante, y pese a que la nieve y el posterior frío que han azotado España han ayudado a evitar contagios durante esta tercera ola de coronavirus, lo cierto es que también han causado innumerables incidencias. Tal es así, que en estos momentos y, según los datos proporcionados por el Ministerio del Interior, 439 vías siguen afectadas por el hielo y la nieve, 26 de ellas en la red principal. Todo ello ha provocado que en ciudades como Madrid hayan decidido solicitar la declaración de zona catastrófica.