¿Quién lo iba a pensar? Desde Elche, cuatro amigos pusieron en marcha lo que a priori, con 300 euros, parecía una aventura más de unos emprendedores. Con una diferencia: es Hawkers.
Con paciencia, altas dosis de creatividad y algo de suerte, poco a poco fueron posicionando su marca en el mercado español. Con embajadores famosos que han llevado a su marca a cotas que no se pensaban, dos años y medio después acaban por ceder el testigo y apoyarse en la inversión externa para seguir su andadura y la del resto de marcas que acaban componiendo el grupo.
Su estrategia de redes también ha sido siempre clara. Su producto es fresco, competencia de marcas tan reputadas como RayBan o las ya conocidas Oakley. De nada sirve competir en calidades, pero sí en precio. Que es de lo que se trata cuando el público objetivo es joven y dinámico, que busca estar continuamente a la moda, con colores, con diseño y a la carta.
En eso precisamente han centrado todas sus campañas, en hacerlas a la carta, basándose en los caprichos momentáneos de cada persona, que ve cómo puede costear para cada temporada más de una gafa. Eso ha hecho que su cuenta de resultados, desde que se pusiera en marcha en 2014, haya crecido de manera exponencial.
Aunque dicen que han recibido ofertas para poder venderlo, no parecen dispuestos, por ahora, a hacerlo por mucho que les pongan interesantes ofertas. Sin embargo, creen que, de la mano de los inversores que pusieron en marcha Tuenti, sí creen que pueden lanzarse al vacío internacional, donde aún su marca no tiene peso y donde competirá, también, con otras marcas llegadas de Asia que también han llegado para quedarse.
Su siguiente paso? Abrir tienda en Madrid. Habrá que seguirles